Alcaliniza tu Cuerpo en Simples Pasos

Es más que posible que alguna vez te hayan hablado de “alcalinizar” tu cuerpo. En primer lugar, y para los que no lo sepan, la alcalinización es el proceso por el cual equilibramos el PH de nuestra sangre, Se trata de aquel que mide la acidez del cuerpo, motivada por circunstancias tales como contaminación ambiental, los malos hábitos alimenticios o el estrés.

Cuando esto sucede, la sangre se defiende, robando nutrientes al resto de órganos vitales, lo que supone una descompensación del PH. Es entonces cuando adolecemos problemas como cansancio, dolores de cabeza, problemas digestivos o desmineralización de las uñas y el cabello.

Tener un cuerpo alcalino es sinónimo de tener un cuerpo sano, mientras que tenerlo ácido motivará el ser propenso a caer enfermos, ya que la sangre y las células no tienen las defensas necesarias. En una escala del o al 14, lo correcto sería tener el Ph en un baremo de entre 7,35 y 7,45. Te enseñamos cuatro trucos para lograr esa alcalinización.

El primero de ellos es evitar alimentos ácidos como: café, alcohol, bebidas gaseosas, frituras, azúcar refinado, harina blanca, zumo de frutas envasado, chocolate, mermelada, leche, arroz o carne roja, a favor de los alcalinos: patata, lechuga, pepino, coles de Bruselas, espinacas, algas, limón, bayas de Goji, aguacate, ajo, té verde, jengibre y almendras crudas

En segundo término, practicar ejercicio físico de manera habitual. Siempre es recomendable, más aún por la suma importancia de acelerar el metabolismo y eliminar toxinas generadas en el día a día.

El tercero, alíate con las frutas, las verduras y el agua. La hidratación que nos aportan todos ellos es básica para obtener una alcalinización que mejore y proteja el cuerpo.

Y, por último, una solución casera, toma agua con limón y una pizca de bicarbonato en ayunas. Esto mantendrá tus riñones y tu hígado saludables, mejorará tus digestiones y te ayudará a controlar el peso.